Expansión del cristianismo en Hispania siglos III y IV
DE ESTE TIEMPO NOS HA QUEDADO EL TESTIMONIO DE GRANDES MÁRTIRES DE TODAS LAS EDADES.
Santos Justo y Pastor
niños mártires de Compluto-Alcalá de Henares.
Los santos niños Justo y Pastor murieron en la llamada “Gran persecución”, la del emperador Diocleciano, en la que fueron inmoladas víctimas en mayor número que en todas las anteriores y en la que, además se empleó tortura con más refinamiento y crueldad que nunca.
http://www.catedraldealcala.org . El martirio de los pequeños Justo y Pastor. Por gentileza de la Diócesis de Alcalá de Henares, este vídeo-documental, nos brinda la oportunidad de poder asistir a la reconstrucción de los hechos acontecidos hace mas de 1.700 años , en la ciudad de la España romana " complutum" hoy Alcalá de Henares ubicada en la Comunidad de Madrid. Los Santos Justo y Pastor son Patronos de la Diócesis de Alcalá de Henares. Martirizados a comienzos del siglo IV, bajo la persecución de Maximino y Diocleciano. Su fiesta se celebra el 6 de agosto. http://www.obispadoalcala.org .
https://youtu.be/3HMYVMQYF5c
Santas Justa y Rufina, mártires de Sevilla
En la cárcel, el prefecto. Diogeniano aumentaba las torturas hasta puntos impensables, creyendo que eso sería suficiente para que Justa y Rufina abandonaran su fe, pero no lo logró. Santa Justa cayó presa de los castigos, falleció y sus restos fueron tirados a un pozo, de donde fue rescatada años después por el obispo Sabino.
Diogeniano mandó que la llevasen a Rufina al anfiteatro para ser devorada por un león. El león no la daño por lo que Diogeniano la mandó degollar.
Santa Eulalia de Barcelona
Durante la persecución de Diocleciano contra los cristianos, Eulalia, una muchacha de entre 13 y 15 años escapó de una casa de campo donde sus padres la habían encerrado para que no se entregase a las autoridades, abiertamente confesó su fe y fue entregada al martirio. Fue víctima de diferentes tormentos y murió en una cruz de forma de ´X´
San Vicente de Valencia.
Fue encerrado en una cárcel oscura, azotado, atormentado en el potro, se le descoyuntaron los miembros y se le desgarró la piel para luego ser colocado en una parrilla ardiendo. A pesar de toda esta tortura, San Vicente no abandonaría su fe cristiana. Una vez muerto, Daciano ordenó arrojar el cuerpo sin vida a un “muladar”.
Santos Verísimo, Máxima y Julia,
mártires de Lisboa durante la persecución de Diocleciano
Innumerables mártires de Zaragoza.
durante la persecución de Diocleciano.
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